Jhongrid
ID: 10362
Países: Venezuela
Situación Económica: 1
Trabajo Actual: Docente de Idiomas
Estudios: Universitarios Posgrado
Todo comenzó el 8/06 /1980 al nacer me detectaron una cardiopatia congénita, el cual ameritó la colocación de un marcapasos definitivo, dispositivo que ayuda a bombear de firma efectiva la sangre al corazón y este a todo el cuerpo. Cabe destacar que fui el primer implante de marcapasos de mi país en un niño con tan pocas horas de nacido (2 horas) intervención realizada en el Hospital Militar de Caracas por un grupo de 4 especialistas en ese entonces. Así crecí y fui necesitando de otros dispositivos a lo largo de los años, tuve una infancia tranquila y una adolescencia sin mayores problemas. Hoy por hoy tengo 43 años una hija y mi salud ya está un poco deteriorada motivado a qué por mi cardiopatia congénita he desarrollado insuficiencia cardíaca y esto me limita a trabajar y poder llevar una vida lo más normal posible. Por ello, me animé a escribir mi historia en este lugar. En este año me hicieron un recambio de generador y cables ya que el dispositivo marcapaso (DAI) que tenía sufrió un desperfecto en el electrodo que provocó casi mi muerte. Soy docente de Idiomas de profesión y trabajaba en una institución privada pero debido a lo que me pasó ya no puedo seguir trabajando activamente como lo estaba haciendo. Estoy seriamente preocupada ya que para nadie es un secreto la situación económica de mi país. La crisis que vivimos a diario es dura, hay escasez de gasolina, las medicinas que necesito tomar son muy costosas, hay un programa del estado que ofrece unas medicinas a bajo visto pero no me las recomienda mi cardiólogo especialista ya que no surten el efecto que las otras marcas ofrecen. Tengo una hija adolescente y a veces dejo de comprar alguna medicina para comprar cualquier cosa que ella necesite. Sigo laborando en mi trabajo pero no a tiempo completo y el salario que devengo no alcanza. La situación con el dólar paralelo es terrible porque todos los días la moneda oficial (Bolívar) se devalúa y pulveriza más. Disculpen por tanta sinceridad pero, ésta es mi realidad. Confío en Dios en que alguien de corazón generoso, les está historia y pueda ayudarme al menos para comprar mis medicamentos y desahogarme económicamente por un momento de ese gasto. Sin más que decir, me despido agradeciendo su atención a esta historia. Si desean alguna comprobación de lo que digo, poseo informes, historia clínica y reportajes de periódico que testifican lo que al nacer signifique para la historia de la salud y los avances en mi país. Un saludo y Dios les bendiga.