Soy docente de 60 años en Venezuela, viuda y madre de 4 hijas. Mi esposo murió en una navidad y tenía la obsesión de dejarnos una vivienda pero fue difícil. Ahora es mi obsesión antes de partir también. Se hace difícil en este país poder concretar sueños, sin embargo sigo buscando la manera de tener estabilidad a pesar de las limitaciones de mi país. Soy clases particulares a niños de mi barrio pero no me alcanza para pagar el alquiler y la dueña me anunció que venderá la casa donde tengo una habitación. No tengo pago por jubilación y mi pensión de vejez solo alcanza para una parte de pago de los servicios públicos. Cualquier apoyo nos servirá para avanzar. Soy investigadora y docente en un país donde eso no es importante. Soy pintora en un país con poca cultura, pero mi fe en Dios y en mi esposo en otro plano es muy grande. Agradezco a quien pueda apoyar a una mujer que no se ha detenido y quiere terminar su proyecto de vida con un legado a las hijas.