Soy una mujer venezolana, madre de una niña pequeña, divorciada, luchadora, con un proyecto de vida que se vino abajo debido a mi divorcio y la situación que se vive en el país. El papá de mi hija se fue y me dejó sola con la crianza de mi hija. Ella y yo nos vinimos a vivir como se dice aquí, "arrimadas" en la casa de mis padres, debido a que no tengo recursos como comprar mi propia vivienda, estoy prácticamente desempleada, lo que gano haciendo trabajitos no me alcanza ni para mantenerme yo sola, a duras penas y con la ayuda de Dios voy sacando a mí hija adelante, pero tenemos muchas carencias, vivimos asinadas, y es difícil tener una alimentación adecuada, salud y obtener vestido y calzado oportuno. Son muchas las dificultades, necesidades y privaciones cuando se es madre soltera en estado de pobreza.