Antes que nada, yo Bendigo ahora toda la Salud, Bondad, Paz y Luz, que hay en Tí. Te agradezco por darte el tiempo de leer mi historia. ¡Muchas gracias! Mi nombre es Dalilla, tengo 41 años. Soy brasileña radicada en Chile hace poco más de 20 años, me mude aquí junto a mi ahora ex-pareja y juntos tuvimos 4 hijos, de los cuales 2 fallecieron, el mayor hace 7 meses con 19 años y una bebé hace 12 años por aborto espontáneo. Los que quedaron fueron un niño de 18 años y una niña de 14 años. Estuve con mi ex-pareja desde el año 2000, en nuestra relación había abusos de poder y maltrato, al comienzo, por ignorancia y miedo no lo dejé. Cuando tuvimos hijos, prioricé el bienestar de estos, su seguridad y el poder criarlos, pues no quería dejarlos al cuidado de terceros y por no haber tenido un padre y madre, consideré más importante dar a mis hijos una familia, que mi propio bienestar y comodidad, así que aguante todo. Siempre aparentamos tener una buena relación por los niños, pero con el tiempo se empezó a hacer evidente, que nuestra relación tenía solo un beneficiario (mi ex-pareja) y que para él éramos solo cosas que podía usar para su beneficio. Nuestros hijos se dieron cuenta de esto y de todos los males que él nos causaba, y me hicieron entender las cosas, por lo cual nos separamos el 2020. A pesar de que aún siento compasión por él, mis hijos me han apoyado y me ayudan a entender que no debo estar al lado de una persona que no me valora. Cuando nos separamos, empecé a buscar la forma de mantenerme y a mis hijos por cuenta propia. Sin embargo, después de embarazarme de mi primer hijo, deje el campo laboral para dedicarse enteramente a cuidarlo y al hogar, no tengo estudios, profesión, ni un oficio. Mi edad también es un factor en contra para encontrar un trabajo estable. Mi condición psicológica actual, debido a la pérdida de mi hijo, también es un factor. Sufro de depresión y ataques de pánico, además de ansiedad por la seguridad de mis hijos, la muerte del mayor fue muy repentina y temo que algo le pase a los otros. Pero sé que tengo que seguir, por mis hijos y por mí. Afortunadamente, las cosas conseguían ir bien, no éramos ricos, pero teníamos lo necesario, debido a varias cosas que hice para ganar un poco de dinero y la pensión de alimentos que pagaba mi ex-pareja a los niños. También teníamos techo, pues los niños y yo seguimos viviendo en la casa que mi ex-pareja compró por medio de un crédito hipotecario en el año 2014, que todavía de las 360 cuotas pactadas, hasta el día de hoy tenemos pagadas solo 105 cuotas. Mi problema en este momento, es que mi ex-pareja no me paga la pensión de alimentos hace ya 2 meses. Contrajo deudas de préstamos bancarios, que no pagó a tiempo y ahora la casa en la que vivimos mis hijos y yo será rematada el día 26/01/2023. No tengo cómo conseguir un arriendo, ya que no cuento con un trabajo estable que me permita comprobar renta. Para arrendar una pieza, lo que sería un poco más sencillo, tampoco tengo la posibilidad, ya que la cultura por acá de arriendo de piezas es para personas solas (sin hijos), que trabajen todo el día. Aprendí en internet a tejer a ganchillo y planeo vender mis trabajos, pero eso no me permitirá pagar un arriendo, no se vende mucho, ni a un valor alto. Tampoco tengo familiares que puedan ayudarme, fui criada por mi abuela materna, que falleció hace más de 10 años. De mi madre no sé nada, conviví poco con ella y nunca fue una relación sana y a mi padre no lo conocí. Tampoco tengo amistades que me puedan apoyar. Si llego a perder esta casa, nos quedaremos en la calle. La casa será rematada por una deuda que asciende los 4 millones de pesos (CLP) (8 mil dólares aproximadamente) y todavía nos quedan 40 millones de pesos (CLP) (80 mil dólares aproximadamente) para terminar de pagar la hipoteca de la casa. Mencionó la suma para terminar de pagar la hipoteca porque aunque se pague la deuda por el préstamo bancario, la casa seguirá en riesgo mientras esté a nombre de mi ex-pareja, puesto que hay otras deudas de préstamos a su nombre, de las que aún no se han hecho las respectivas demandas. La única forma de salvar nuestro hogar para siempre es pagar la hipoteca en su totalidad y así poder transferir el inmueble a nombre de nuestro hijo o al mío. Esta casa es lo único bien material que nos queda a mis hijos y a mí, es nuestro hogar desde hace casi 10 años. Yo tengo Fe y Confío, que hay alguién en este mundo que puede y quiere ayudarnos a salvar nuestro hogar. Por último, me gustaría aclarar, que a pesar de todo estamos (mi hijo y yo), planeando emprender por nuestra cuenta, para la mantención de nuestra vida económica, pero sin un techo sobre nuestras cabezas, es casi imposible emprender con éxito. Mi hijo también está muy afectado por la pérdida de su hermano y por la situación, pero aún así tiene ganas de salir adelante. No contamos con ningún bien de valor significativo, ni para salvar nuestro hogar, ni para poder mantenernos con ello. Si llegaste hasta aquí, yo Bendigo ahora, toda la Abundancia, la Prosperidad, la Riqueza y la Belleza que hay en Tí. Padre, dame a mí, a la persona que está leyendo estas palabras y a toda la Humanidad, todas las Maravillas de tu Reino. Gracias Padre, porque ya me oíste y se cumplió, según tu voluntad, de manera perfecta y en armonía para mí y para todo el mundo. Así sea, hecho está. Así es. Amén. Gracias, gracias, gracias. Puedes comunicarte conmigo por: heleneprus@gmail.com Puedo proporcionar mediante comunicación privada, toda la documentación legal que corrobora los hechos más relevantes mencionados anteriormente. Por favor abstenerse de comunicarse conmigo por morbo o curiosidad. Nuestra situación ya es bastante desafiante y dolorosa, por ende prefiero ser contactada por personas con real interés de ayudarnos. Si hago pública mi situación es porque ya no encuentro manera de solucionar este desafío sin pedir ayuda. ¡Muchas Gracias!