Nací en una familia de bajos recursos económicos, vivíamos bajo un árbol de mango, por esa razón me casaron a los 14 años y me convertí en madre a los 16, queriendo mejorar mi situación. Me separé rápidamente de aquel hombre, pues no ví futuro prometedor con el, es un alcohólico, y tuve otras parejas, a los 23 años tenía 6 hijos, aunque eso pasaba en mi vida personal, tenía claro desde los 13 años que yo quería ser una profesional universitaria. Con muchos esfuerzos y tropiezos termine el bachillerato a los 30 años, y finalmente a los 38 obtuve mi primera titulación universitaria y a los 39 comencé en un empleo que mantengo hasta hoy. También mis hijos son profesionales gracias a Dios, a la constancia y empeño que puse para que ellos también lo lograrán. Eso me hace muy feliz. Pero, a mis 55 años, yo quiero realizar mis planes de tener una estética y continuar estudios como maestrías en estética, salud ocupacional y doctorados psicogenealogia. Además quiero contar mi historia al mundo de como gracias a DIOS he superado cada etapa difícil en mi vida. Quiero que las personas sepan que si se puede crecer y llegar hasta el infinito y más allá. Por esta razón me atrevo a inscribirme para recibir ese ayuda que me falta. Pues durante este último tiempo aprendí a solicitar la ayuda que jamás me hubiera solicitado antes. Se que mi vivencia es un común denominador en países latinos y de pobreza extrema. Abusos, físicos, psicologicos, sexuales, familiares, sociales entre todo lo que viví, pero me hice resilente. Estoy segura que por algo este enlace llegó a mi vida.