mi esposo falleció hace 3 años. no pudimos tener una casa para la tranquilidad de nuestras hijas y tengo que comenzar desde cero con un proyecto de ayudar a niños y sus familias en la comunidad donde vivo a través de apoyo educativo y programas recreativos para todos. He trabajado muy fuerte todos estos años y quisiera darles a mís hijas una vivienda y estabilidad en el futuro. con todos mis esfuerzos no he podido tener lo necesario para comprar una casa modesta en está ciudad de Mérida a la que nos tuvimos que ir ya que la capital del país es cada día más peligrosa. tengo 58 años y no me quiero ir de este plano sin dejarle algo a mis hijas ya que su padre fue un alma buena. un hombre de una ética y moral inigualable pero perseguido por todos los gobiernos no le dieron la oportunidad de darnos estabilidad económica fue un hombre admirable y ahora debo seguir adelante