Mi Historia: Nací en Tacuarembó, Uruguay. En 1951. En el campo. Un tornado se llevó, una noche el techo y parte de la modesta casa en la que vivíamos mis padres, mi hermana Susana y yo. En medio de la noche, con lluvia y viento mis padres se fueron a la casa de mis tíos. Parece que el tornado no solo se llevó el techo y las paredes. También al matrimonio de mis padres. No volví a ver a mi madre. Padre e hijo, se quedaron a vivir en la casa de tíos. Al poco tiempo, también se fue mi padre y yo quedé con mis tío. Ellos me proveyeron de lo material y espiritual para que yo creciera rodeado de amor. Hubo un momento en el que mis tíos,(mis verdaderos padres) intentaron una revinculación con mi madre. Pero a los 7 años y por propia decisión, no quise ir más a su casa. Creo que ella tampoco lo quería. Fui un niño muy feliz. Nada me faltó de lo que necesitaba. Aunque nada sobraba. Una enorme casa. Un patio de tres hectáreas, con un arroyo y un monte. Animales, de todas clases. El paisaje y el cielo todo a disposición de un niño imaginativo, como era yo. Al terminar la escuela primaria y como no había posibilidades de ir a la ciudad a estudiar, me llevaron con mi padre biológico a Montevideo, distante 450 kilómetros. Adolescente, padre casi desconocido y alcohólico, relación difícil. Además del colegio, me anoté en cuanto curso se me cruzaba por ahí. No siempre terminaba los mismos, pero conocí mucha y buena gente. Locución si, terminé. Emigré a Buenos Aires. Formé mi familia. Tuvimos dos hijos: varón (33), hijo por adopción y mujer (26), hija biológica. Tenemos 4 nietos: 13 y 4 años, del hijo varón. De 6 años y una 7 meses, de la hija. Hace 8 años comencé a tener la necesidad de saber algo de mi hermana Susana. Facebook, fue la herramienta. Una amiga de ella, se conectó conmigo luego de ver la búsqueda. Estaba muy enferma pero pudimos comunicarnos e incluso viajé a Montevideo para verla. Me cuenta que de la pareja que formaron nuestros padres, somos tres. Ya que mi madre estaba con un embarazo de muy poco tiempo. Esa fue la sorpresa primera. Pero, la segunda es que me dice que hay ocho hermanos más. Regreso a Buenos Aires y comienzo una etapa difícil emocionalmente. Angustias, llantos repentinos. Y una relación matrimonial que se va yendo en picada. Si bien siempre fui un padre presente y muy contenedor de mis hijos, empecé a estar preocupado por ellos, más allá de lo recomendable para su edad. Comprendí que yo había sido abandonado por mis dos padres. Lo que me desiquilibró bastante. Susana falleció y yo comencé a tener una enorme necesidad de saber más de mis hermanos. Una vive en MIami, otra desapareció en Argentina y los restantes están en distintos lugares de Uruguay. Para encontrarme con cada uno de ellos, haré un viaje. Nos abrazaremos, reiremos, lloraremos. (¿cuántas veces más podremos abrazarnos?). Y nos contaremos nuestras vidas. No habrá reproches hacia nadie. Agradeceremos a la vida, que nos da esta oportunidad... escribiré un libro, para que nuestras familias sepan algo más de nosotros. Haré locuciones y contaré historias a la gorra. Para sustentarme. No necesito mucho. Luego, seguiré un viaje en el que iré narrando historias, cuentos, leyendas y sobre todo escuchando las voces de los pueblos que visite. Solo regresaré a ver a mis hijos, nietas y ex esposa, claro. Primero será Uruguay, ya que estaré por allí. Luego, Argentina. El viaje no solo es familiar. Es cultural. Ya que voy a recopilar material, para un libro en donde pueda volcar esas historias que se cuentan en los pueblos, que forman parte del folklore y que tenemos la responsabilidad de preservar. Como también ir difundiendo formas de conservar y cuidar en forma sostenida el medio ambiente. Que forma parte de mi comportamiento como hombre que quiere dejar un planeta un poco mejor de lo que lo encontró: tarea difícil. Pero hay que seguir la lucha. NECESIDADES: En este viaje necesito poner en movimiento un mensaje hacia las personas mayores. La edad no debe ser un obstáculo para llevar a cabo los proyectos. No importa la edad, importa la actitud. Si el impedimento físico no lo permite, viajemos una cuadra con el físico y demos la vuelta al mundo con la cabeza. Viajemos con las hojas en el otoño o con el perfume de las flores en primavera. No nos quejemos de la lluvia. Viajemos con las gotas. Aunque ya no seamos niños, hagamos barquitos de papel y echémoslos a navegar. Escribamos, lo que sea, poesías, cuentos, pensamientos...pero no nos detengamos. Necesitaré un vehículo. Para ser coherente con mi propuesta, es un auto económico y viejo. Un Citroën furgoneta AK 400. TODO lo que haya que hacerle para que sea un motorhome, se lo hago yo. Viajaré con mi perra "Alai". Lo que necesito son recaudar 6000 Euros. Actualmente estoy vendiendo todo lo vendible. No es mucho, pues mucho no tengo. Solo eso necesito 6000 Euros. Aproximadamente. Muchas gracias. Cordialmente, Ricardo Cabrera