Perla María
ID: 23252
Country: Cuba
Economic Status: 3
Actual Job: médico
Studies: Universidad
Buenas tardes, soy una cubana de 42 años en busca de un patrocinador que me ayude a llegar a EEUU y reunirme con mi esposo que emigró hace 5 meses por motivos económicos. No tengo dinero para ofrecer, ni puedo despojar a mi familia de su casa y bienes materiales que tanto sacrificio costó con el fin de alcanzar mi meta. Las razones de pedir esta ayuda son las que miles y miles de cubanos conocen bien y sufren cada día. A eso le añado mi frustración como personal de la salud (soy médico especialista de segundo grado en Medicina General Integral y Máster en atención integral al paciente con diabetes, además de docente e investigadora), que cada día se cuestiona si está haciendo lo suficiente por sus pacientes, porque indiscutiblemente con solo calor humano es difícil curar una dolencia. Cada día siento que lo que hago es poner una simple cura en la herida de muchos que necesitan una solución en tiempo real. Mis logros en la investigación me han permitido desarrollar publicaciones científicas en revistas médicas nacionales e internacionales y participar en varios eventos científicos de carácter internacional. A pesar de toda la superación profesional, no he logrado alcanzar los estándares de calidad de vida de un profesional. Sé que muchos me tildarán de cobarde, traidora, y sí, por momentos me siento así, porque quisiera hacer más, pero la triste realidad es que no se puede luchar contra "molinos de viento". Cuba es mi país y como país lo amo ❤️. Quisiera que de pronto todo fuera diferente, y no tener esta necesidad de dejar toda una vida atrás, mi familia, mi historia, pero he llegado al punto de no encontrar otra solución. Mis hijos merecen una vida con calidad... disculpen... todos los niños merecen una vida con calidad. He decidido renunciar a mi carrera para que mis hijos tengan un mejor futuro, donde el esfuerzo personal y el desempeño sean recompensados. Necesito acostarme con la cabeza tranquila de que si ocurre una desgracia de salud familiar, mi madre, mi padre, mis hijos van a tener los recursos suficientes para resolver el problema que se presente, algo muy distante de la cruda realidad que tenemos. Y sí, sé que allá no todo es color de oro, sé que todo cuesta, pero también sé que si trabajo mucho, hasta el cansancio voy a vivir dignamente. También sé que siempre me sentiré una extranjera, porque mi Cuba duele de solo pensar en ella, y es mía, pero a veces se siente que no es de nadie. Expuesto esto le pido a quien lea estas tristes y confusas líneas, llenas de sentimientos encontrados y sienta en el corazón el deseo de apoyar a esta cubana y sus dos hijos que se comunique conmigo. No prometo nada, porque nada tengo... solo un ❤️ dispuesto y mucha fe en Dios que nunca deja caído al justo. Me gustaría ilustrar la situación que se vive en Cuba, que a pesar de no ser escrito por mí, me identifico plenamente con este sentir. Extraño A Cuba Aún Viviendo En Ella Yo solía pensar que eso de extrañar a Cuba era algo exclusivo de los que se fueron. Creía que sólo cuando te alejabas de la isla físicamente, es que podías sentir añoranza de ella. ¡Hoy no lo veo de la misma forma! ¡Hoy siento que extraño a mi país aún viviendo en él! Y es que ahora comprendo que el momento exacto en el que uno se va, no es cuando se monta en un avión, cruza una selva, se arriesga en un bote o en un ala delta. ¡Uno se va mucho antes! Se va desde que empieza a pensarlo, desde que deja de proyectarse un futuro en la isla, desde que no lo enamora la idea de envejecer en esta tierra. El cubano se va, aunque no se pueda ir. Hoy comprendo que Cuba no es un simple montículo de tierra en el mar Caribe, no es un grupo de instituciones o una ideología importada desde lejanas y frías tierras… Cuba es mi mamá, mis amigo-hermanos, mi familia, los vecinos, el bullicio del barrio en su esquina, es su cultura y sus costumbres… Es azúcar, café, buen ron y gente alegre… Es talento y espiritualidad… ¡Cada vez me van quedando menos de estas cosas! La eterna escasez y el sinsentido están barriendo con todo. Al punto en que hoy nos faltan cosas que eran típicas de nuestra cubanía, de convertir en lujo lo básico. Lo peor es que tratan de normalizarlo … y justamente es ahí, al no ver una solución en el horizonte que nos invade la desesperanza y nos comenzamos a ir. Aunque al inicio solo sea una idea y no todos logren materializarla. Escribo estas líneas sintiendo a mi Cuba incompleta. Un gran pedazo de ella ya no está aquí… Cuando emigra alguien cercano a uno, se va derrumbando tu realidad, es como si le quitaran una pieza al rompecabezas de tu vida y quedara ese vacío en el que no tienes como completar la imagen. Se dejan de oír voces, de sentir abrazos, la mano en el hombro, el toque de puerta característico, el chiflido inconfundible. Empiezan a desaparecer del día a día rutinas positivas, cada vez hay menos caras conocidas en las fotos de tus cumpleaños, en las del día del nacimiento de tu bebé, en las del fin de año y llega un momento en el que te das cuenta que ríes menos que antes. Extrañar ha devenido en sentimiento nacional. Miles de hogares dejaron de serlo para convertirse en en meras paredes que sostienen un techo. La tristeza que provoca el síndrome del nido vacío que padecen miles de padres y abuelos es contagiosa, está en el aire, a cualquiera le puede tocar vivirla. Cada niño que nace hoy en Cuba es un potencial emigrante… Imagino que algunos de los que me leen pensarán que he perdido el amor a mi patria. ¡Están equivocados! Mientras más me duele, más la amo, mientras más irreconocible se me hace por momentos, más la extraño. Le decía Pepe a su madre: ” El amor, madre, a la patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la yerba que pisan nuestras plantas…” ¡Cuánta razón llevaba! Ese sentimiento va mucho más allá…. El patriotismo, como diría recientemente un profesor universitario, “no podemos conectarlo exclusivamente a la idea de la resistencia… La patria es construcción de futuro, cristalización de sueños, realizaciones colectivas. El orgullo de ser cubanos no solo se construye desde la alusión de aquel pasado glorioso…. Hay que romper la idea de un patriotismo estrecho anclado exclusivamente a lo geográfico…” ¡Y es así! ¡Es curioso! Cuando las personas se pasan mucho tiempo sin verme, piensan que me he ido del país… ¡Y tienen razón! Muchas veces no estoy aquí, aunque no tengo ni pasaporte, aunque no me pueda ir… Sentir nostalgia de Cuba aun viviendo en ella, es de las cosas más extrañas que jamás creí que podría experimentar. Quizás no sea el único.