Querida comunidad, Hoy me dirijo a ustedes desde el fondo de mi corazón, llevando en mis palabras el peso de una situación que jamás imaginé enfrentar. En un mundo donde la incertidumbre parece ser la única constante, mi familia y yo nos hemos visto envueltos en una espiral de deudas que asciende a 30.000€, una cifra abrumadora que amenaza con despojarnos de la esperanza y la posibilidad de un futuro. No ha sido una decisión fácil abrir mi vida de esta manera y pedir ayuda; sin embargo, la realidad es que estamos en un punto de inflexión donde cada gesto de bondad puede marcar la diferencia entre permanecer atrapados en este ciclo o encontrar un nuevo comienzo. Esto no es solo una campaña para recaudar fondos; es un llamado a la solidaridad, a la compasión y al poder colectivo de cambiar vidas. Entiendo que cada uno de nosotros enfrenta sus propios desafíos, especialmente en estos tiempos difíciles. Sin embargo, si se encuentra en posición de contribuir, por pequeña que sea la cantidad, les aseguro que será un rayo de luz en nuestra oscuridad. No solo nos estará ayudando a saldar estas deudas y empezar de cero, sino que también estará invirtiendo en la fe en la humanidad y en el poder de la comunidad. Prometo transparencia en el uso de cada euro recibido y me comprometo a mantenerlos informados sobre nuestro progreso. En este viaje hacia la recuperación, cada paso adelante es gracias a la generosidad y el apoyo de personas como ustedes. Desde lo más profundo de mi ser, les agradezco por tomar el tiempo de leer estas palabras y por considerar nuestra situación. Juntos, creo firmemente que podemos superar esta adversidad y construir un futuro más brillante. Con gratitud y esperanzas