Yo soy Mary Rondón una joven madre venezolana, Terapeuta Holístico Especializada y Certificada, dedicada a la atención terapéutica de personas con necesidades varias con terapias de medicina tradicional, alternativa y complementaria.
Mi origen es humilde, amoroso, sólido y aguerrido.
Soy madre de 2 hijos.
A lo largo de tantos años de ejercicio he podido cooperar en la recuperación de muchas personas y animales, de diversos cuadros graves de salud y de patologías que han pasado por mi consulta...
Todos con un factor en común...
La necesidad de ayuda confiable.
Y en mí la han encontrado.
Modestia aparte, puedes preguntar a mis estudiantes o a mis pacientes y con toda seguridad, sé que te pueden dar las mejores referencias de mi trato y ética profesional.
Me he formado desde mi país en diversos cursos y formaciones, pero no he podido cristalizar mi más grande sueño profesional...
Viajar a China, España y Francia, cunas de la medicina bioenergética, sintergetica y tradicional y cursar estudios desde allí.
La crisis económica de mi país y la agudización con la pandemia me llevo a apoyar a mi familia y a muchos pacientes, exonerando el pago de las consultas y disminuyendo mi ingreso, por lo que tuve que hacer uso de mis ahorros.
Ya luego de año y medio de pandemia de ese pote de ahorros, no queda nada.
Y con esa nada, se esfumaron también los ahorros para poder viajar a algunos de estos países, y realizar una formación presencial en estos temas.
Es mi deseo, mi firme intención consolidar ese viaje...
Vivenciar y aprender nuevas técnicas y perfeccionar las ya conocidas para ponerlas al servicio de quiénes las puedan necesitar.
Para nadie en el mundo es un secreto, la difícil situación que se vive en mi país.
Para cubrir gastos de familiares enfermos y fallecidos tuve que vender mi apartamento.
Sin embargo, a pesar de estas rudezas a diferencia de otros, yo no tengo corazón para irme...
Deseo viajar un par de meses, aprender y volver para ayudar...
Si me voy, miles de personas quedarán desatendidas...
Porque sí, anualmente atiendo a miles de personas.
Sé que Dios cumple su Obra a través de mí y si es aquí donde soy necesaria, aquí estará mi labor amorosa.
Pero no puedo negarte, que en muchas noches de insomnio y de inquietud... Donde la desolación y la desesperanza toca la puerta, le he pedido a Dios... No te olvides de mi. Concédeme un regalo que me permita ejercer mi labor en tranquilidad.
Quizás, tu que me lees constituyes parte importante de esa obra de Dios en mí...
Te honro, te bendigo en la distancia y te prometo que daré lo mejor de mí para corresponderte y hacer juntos este sueño realidad.
Gracias
Gracias
Gracias