Mi nombre es Liria Contreras Velasco, soy venezolana, proveniente de un pequeño pueblito llamado Pregonero, realicé mis estudios universitarios en Educación con mucho sacrificio, debido a que mis padres no contaban con suficientes recursos económicos para costear los gastos de mi carrera profesional, por lo tanto trabajaba los fines de semana en limpieza de viviendas.
Ingresé al Ministerio de Educación con 10 horas de aula, esto me ayudó mucho a cubrir mis necesidades. Me gradué en el 2006 y regresé a mi pueblo a trabajar como docente integrador, para ese momento la situación económica en Venezuela era muy favorable.
En el 2007 inicié una relación sentimental con mi esposo, en el 2008 nos casamos, siendo los dos profesionales, adquirimos un terreno para construir nuestra vivienda, el cual fuimos cancelando con nuestro salario, por consiguiente alquilamos una vivienda, también compramos los electrodomésticos del hogar, en el 2011 nació nuestro primer hijo, allí iniciamos la solicitud de créditos para la construcción de nuestra casa, con ello se hizo la edificación de muros para el terreno, pues presenta declive, asi fuimos comprando materiales necesarios para la obra, para el 2015 nace nuestro segundo hijo, es en ese año donde comienza a escasear los alimentos y productos de primera necesidad, se hacían interminables colas para comprar comida, leche, pañales para mi bebé, los sueldos docentes empezaron a desmejorar, para el 2017 nace nuestra hija Anny en medio de una fuerte crisis económica, con mi hija no fue fácil, para ese momento ya no conseguían productos de aseo personal ni hablar de pañales, alimentos tampoco, los salarios desmejoraron considerablemente, mi esposo y yo adelgazamos mucho, el material que quedaba para construir la casa lo vendimos por necesidad, en el 2019 mi esposo se va a Ecuador en busca de calidad de vida para nosotros, quedando a cargo de mis tres hijos y trabajando aun como docente a pesar que el salario no alcanzaba para tres o cuatro productos quincenales, por ende, trabajaba en las tardes con niños y jóvenes en actividades escolares, yo les explicaba matemáticas, física o los ayudaba con sus tareas lo cual significó un ingreso extra. En febrero de 2020 regresa mi esposo de Ecuador con un dinero significativo pero, inició la pandemia, no podíamos salir a trabajar y lo fuimos gastando en gastos del hogar, comida, alquiler entre otros.
A pesar de la situación pandemia mi esposo inició un curso de música a la par que yo trabajaba explicando matemáticas y artesanías, también ayudó mucho el hecho de ingresar al país moneda extranjera ( dólares y pesos colombiano) pues vivo cerca de la frontera colombo- venezolana. Actualmente me jubilé del Ministerio de Educación, pues a pesar de amar mi profesión la situación de Venezuela no ha mejorado, actualmente estamos en protesta por los bajos salarios. Mi anhelo es construir nuestra vivienda, un derecho fundamental para el ser humano, y que al igual que eso, aqui en nuestro país nos han violado todos nuestros derechos.
Mi salario actual es de 840Bs equivalente a 40Usd y el de mi esposo 420Bs equivalente a 8Usd (según publicación del Banco Central de Venezuela de fecha 23/01/2023). Entre los dos no ganamos ni 50Usd. Por lo tanto deseo que algún ente nos ayude en este sentido, asi no seguir pagando alquiler y poder invertir en otros aspectos que nos permita generar recursos económicos y mejorar nuestra situación.